El Instituto Confucio de la Universidad de Granada sigue llevando a cabo actividades muy interesantes relacionadas con la tradición y cultura chinas. En esta ocasión, se trata del XII Recital de Poesía China ‘Poesía, luna y mujeres’ que celebra el Medio Otoño.
Más de un centenar de personas han asistido a la edición 2019 de este recital de poesía china organizado en colaboración con el Seminario de Estudios Asiáticos y la Fundación Rodríguez Acosta. Este año, todos los poemas seleccionados por la profesora Alicia Relinque Eleta han sido escritos por mujeres, tanto en la China antigua, como en la contemporánea.
Este recital se celebra en conmemoración del Festival del Medio Otoño. Se trata de una importante festividad en China que reúne tradicionalmente a las familias para contemplar la luna llena y comer unos famosos y tradicionales dulces redondos rellenos.
Las fiestas de la cultura china se ajustan al calendario lunar, y no suelen caer los mismos días año tras año. En este caso, la fiesta de Medio otoño se celebra el décimo quinto día del octavo mes del calendario lunar y, como su nombre indica, es a mitad de otoño.
El pueblo chino cuenta que en la luna vive una dama, la esposa de Hou yi, héroe mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que asolaban la tierra y dañaban los cultivos. Como recompensa, la reina de la corte celestial le dio un elixir para hacerlo inmortal. Pero su esposa Chang’e lo probó a espaldas de su marido y como consecuencia despegó de la tierra volando hasta la luna y allí se quedó para siempre.
Según cuenta la leyenda, la dama pasó a ser dueña del Alcázar de la luna. Allí vivía un conejo de color de jade que le acompañaba y preparaba medicamentos todos los días. En el Alcázar también se encontraba un árbol de 1.500 metros de alto. Debajo de ese árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesaba de talar el tronco del árbol que jamás se podía cortar, tarea interminable e imposible impuesta como castigo por los pecados cometidos.
Durante la noche de la Fiesta de Medio Otoño, la luna siempre es la más grande de todo el año. De ahí que se origina la idea de que represente la unión familiar. Hoy en día, la tradición es sentarse a contemplar la luna con toda la familia y festejar la ocasión con frutas, pasteles de luna y un buen vino.
Fotografías: María de la Cruz/ Instituto Confucio.