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«La piratería desaparecerá cuando haya una oferta legal competitiva»

19 marzo, 2015

Día desapacible en Madrid. La lluvia no merma el ánimo de Enrique Dans (La Coruña, 14 de mayo de 1965), siempre dispuesto a hablar de tecnología, su gran pasión. Nos recibe en su despacho del IE Business School, donde es profesor de Sistemas de la Información desde el año 1990. En su lugar de trabajo, destaca un póster de Steve Jobs, todo un referente en la era digital que, al igual que Dans, despierta admiración y recelos, a partes iguales. Este gallego afincado en Madrid desarrolla una actividad frenética en las redes sociales. Además de un blog que acaba de cumplir doce años, cuenta con 236.000 seguidores en Twitter, 35.580 en Facebook y 3.153 en Pinterest

Enrique Dans

Pilar Arias: Estamos a punto de acabar el primer trimestre de 2015, año en el que el Gobierno vaticina un crecimiento del 2 %. ¿Considera este dato realista? ¿Cree que hemos aprendido de los errores de la crisis y creado un nuevo modelo económico?

Enrique Dans: En absoluto. Estamos saliendo de la crisis porque hay un cambio de gestión, una gestión más dura. Se ha gestionado bien la deuda y otros parámetros macroeconómicos, pero no se ha actuado en profundidad. No se ha reducido el estado, ni tampoco se ha reducido la carga que supone una administración demencial, duplicada o triplicada, en muchos casos, entre territorios. Pero hay algo mucho más preocupante: no se está trabajando en el modelo económico futuro.

PA: ¿Cuál sería entonces ese modelo económico futuro por el que deberíamos apostar?

ED: Un modelo basado en el factor que más cambia: el desarrollo tecnológico y la innovación. Los modelos que más me gustan son aquellos que incorporan las ciencias de la computación como una disciplina seria. Habría que enseñar a los niños programación, no para que sean informáticos, sino para que sepan vivir en un mundo rodeados de objetos programables. Hoy en día no solo un smartphone o un ordenador son programables: incluso tu coche lo es, al igual que muchos otros objetos de la vida cotidiana. Cambiar la metodología en la educación es importante para que dejemos de enseñar a los niños lo que está entre las tapas de un libro, un material que puede ser utilizado para adoctrinamiento y que da lugar a un modelo de negocio absurdo basado en el cambio de los libros de texto cada año. En su lugar, deberíamos apostar por un modelo de educación basado en el acceso a la red desde cualquier dispositivo; así como en la identificación y curación de información relevante o validación de fuentes gracias a un profesor que te motive.

PA: Habla de la educación como motor de cambio para un nuevo modelo económico y social. ¿Sería la brecha digital un impedimento para su consolidación?

ED: En España la brecha digital no deriva de un parámetro económico: quién se excluye del acceso a la red generalmente, salvo casos aislados, es por una cuestión de desinterés. Esto es un problema. No hemos sido capaces de entender la propuesta de valor que tiene la red y algunos continúan pensando que la red es solo para cuestiones de ocio. La brecha digital está claramente en disminución, pero depende de parámetros que son mucho más sutiles y responden más a estímulos de educación de la ciudadanía que a una cuestión de limitación económica.

“Quien se excluye del acceso a la red es por desinterés, no por limitación económica”

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PA: Usted es un firme defensor de la neutralidad de la red. A finales de febrero la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU estableció que la Red es un servicio universal básico, en contra de los intereses de las principales operadoras. ¿Podríamos extrapolar esta norma a España?

ED: Tendríamos que hacerlo, definitivamente. Es una decisión muy importante aunque hay que rematar algunos flecos sueltos, como la discusión en el Congreso estadounidense y las posibles implicaciones de las normas que se han dictado. También hay que tener en cuenta cómo las compañías van a reinterpretar estas normas. Aún así es una situación mucho más garantista con respecto al futuro de la red y es algo que tiene que incorporarse a nivel universal. De lo contrario, Estados Unidos tendría una ventaja absoluta en cuanto a su desarrollo porque en el resto del mundo nos estaríamos dedicando crear canales preferenciales. Internet funcionaría como un sistema de licencias.

PA: ¿Cuáles son esas posibles implicaciones?

ED: Si tú desarrollas una red en la que cualquiera puede pagar por un acceso preferencial, quienes no pueden pagar se verán eclipsados y desaparecerán. En lugar de circular por las autopistas de la información circularían por caminos para cabras. Lo que pretenden vendernos como unos servicios mucho más especializados, en realidad van a perjudicarnos y crearán accesos de calidad mucho más baja para aquellos que no les paguen. Es un retroceso porque la esencia de Internet es que da voz a todo el mundo. Si un país evolucionase en ese sentido, Internet acabaría siendo como la televisión: unos cuantos canales que la gente ve porque se accede rápido.

PA: Hace unos días se celebró el día mundial del Open Data. La reutilización de datos genera un negocio en auge pero, por otra parte, los ciudadanos temen que su derecho a la privacidad sea quebrantado por las empresas y por los gobiernos. ¿Es posible que el derecho fundamental a la privacidad de cada individuo, la seguridad y la apuesta comercial puedan coexistir?

ED: Por supuesto que pueden coexistir. Las empresas usan esos datos para proporcionarnos información que pueda resultarnos relevante, pero si esto deriva en una publicidad invasiva, al final el sistema acabará por autorregularse. En realidad nadie vende datos. Suena perverso porque parece que están dando mis datos a terceros a cambio de dinero y no es así: lo que se vende es el acceso a perfiles pero los datos se quedan donde están. Google captura muchos datos nuestros y nos puede conocer bastante bien pero las empresas que se anuncian en Google no acceden a esos datos.

PA: ¿Dónde está el límite entre seguridad y control a los ciudadanos para Enrique Dans?

ED: La mayor parte de los gobiernos siguen anclados en un pensamiento muy antiguo: la seguridad se consigue vigilando. Incrementar la vigilancia no implica más seguridad, no se puede prevenir que alguien se inmole, como ocurrió en los atentados terroristas de Boston. El Estado debe proporcionarnos seguridad, sí, pero hasta donde pueda. Esta situación de vigilancia es insostenible y la ciudadanía acabará protestando porque se dará cuenta de que entregar su privacidad a cambio de seguridad es un intercambio incorrecto.

PA: Hablemos de medidas que toman los gobiernos. Una que ha levantado bastante polémica es la Ley de Propiedad Intelectual, sobre todo por el Canon AEDE. ¿Qué futuro cree que tiene esta ley considerando además que este es un año electoral?

ED: El canon AEDE es completamente absurdo y no tiene ningún futuro. Lo que ha generado este canon es una situación completamente absurda en la que es mejor que ningún creador de contenido vincule a ningún medio de AEDE (Asociación de Editores de Diarios Españoles) porque hay una amenaza velada de que se aplique este canon y que además lo haga con efecto retroactivo. Es una ley de laboratorio creada para sacar dinero a Google pero ha fracasado porque a Google News no le ha importado retirar su producto en España. Incluso muchos editores han comprometido su línea editorial y se han vuelto mucho más amigables con el gobierno. Sobre el futuro de esta ley hay dos posibilidades: la primera que Europa considere que esa ley es inadecuada porque no se puede cobrar por enlazar y, por lo tanto, la anule u obligue a rehacer la discusión sobre ello. Otra posibilidad es que se retire antes de que entre en vigor, ya que aún falta reglamentarlo.

«El periodista del futuro será una persona con un fuerte bagaje de estadística y de analítica»

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PA: En la red cualquiera puede ser creador de contenidos. Proliferan los bloggers, youtubers…De hecho, su blog acaba de cumplir doce años. ¿Qué papel tiene el periodista en esta vorágine de contenidos?

ED: Creo que el periodismo está viviendo y va a vivir una nueva edad de oro. Yo creo contenido pero no soy periodista, porque para eso hacen falta otras habilidades, como validar fuentes, que no las tiene el ciudadano de a pie. Aunque para conseguir esas habilidades habría que plantear mejor los estudios de periodismo. Mucha de la investigación periodística que se hacía antes se puede hacer hoy en día en la red. El periodismo de datos es enormemente esperanzador. Estoy convencido de que el periodista del futuro será una persona con un fuerte bagaje de estadística y de analítica, capaz de torturar la red hasta que cante. Aunque también es fundamental que el periodista aparte de vez en cuando los ojos de la pantalla y salga a la calle. Si los medios tradicionales del papel, basados en una cabecera y teletipos, no son capaces de reinventarse van a desaparecer.

PA: Para poder acceder a esos datos ¿los organismos públicos deberían ser más transparentes?

ED:Hay muchas herramientas de hacking y no me refiero a ir reventando servidores, sino a usar la analítica para encontrar datos que no nos proporcionarían de otra manera. La transparencia terminará por imponerse. Lo que no es transparente no inspira confianza. Al final el código abierto mostrará su supremacía. Las organizaciones abiertas acaban generando mucha más confianza.

PA: En ese sentido ¿Hacia dónde evolucionará la propiedad intelectual, un tipo de licencia más abierto tipo Creative Commons o un modelo más restrictivo?

ED: La propiedad intelectual necesita una modificación fundamental: que deje de trabajar para una serie de organizaciones, como discográficas, editoriales y otras industrias, que han ido rehaciendo las normas a su conveniencia durante muchos años. El copyright no es para el autor hoy en día, no lo defiende. Es absurdo que el autor reciba en torno a un 10 por ciento del precio final de un libro o incluso un porcentaje todavía inferior si es un disco o una descarga. Esto no es bueno para la creatividad, ni para los autores. Solo es bueno para una serie de industrias que viven del copyright.

PA: ¿Y la piratería?

ED: La piratería es una reacción natural a unas industrias que no evolucionan. Desaparecerá cuando haya una oferta legal competitiva. Ni la represión, ni la persecución, ni leyes más restrictivas. Hoy en día la oferta legal es una basura: si quiero conseguir legalmente una película que está en los cines, primero tengo que esperar a que la quiten. Si ya está libre para su descarga, en España me tengo que hacer socio de tres plataformas e incluso así no consigo todos los contenidos. Muchas personas querrían pagar por contenidos, pero la única oferta competitiva es torrent. Habría que rehacer el copyright teniendo en cuenta a autores y consumidores.

«Los anunciantes de El Español no influirán jamás en su línea editorial»

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PA: Enrique Dans es uno de los miembros del Consejo de Administración del nuevo medio El español, con Pedro J. Ramírez a la cabeza. ¿Cómo se financiará para evitar las presiones en la línea editorial y mantener la independencia?

ED: El modelo publicitario elegido será el que permita a las empresas llegar a una audiencia interesante. Habrá una separación absoluta entre publicidad y contenido. Un anunciante no va a influir jamás en la línea editorial, ni en que El Español pueda hablar de sus empresas o productos, por mucho que se anuncie con nosotros. Habrá branded content pero estará muy separado de lo que es la línea editorial, el reportaje, la noticia de actualidad etc. Habrá mucho trabajo con los accionistas y con las personas que pagan por el acceso para ver propuestas que les den valor.

PA: ¿Cómo pueden sobrevivir los nuevos medios de comunicación en Internet sin tener un apoyo financiero importante?

ED: La capacidad de los inversores de El Español no es tan distinta a la que puedan tener inversores de otros medios. La inversión inicial era la indemnización que se le dio a Pedro J. Ramírez por su salida de El Mundo y a partir de ahí: una captación de inversores y crowfunding. Ser capaz de ilusionar a la gente lo puede hacer cualquiera y además la captación de inversores no va a superar la suma de las dos anteriores. El periodismo ha de entender que la creencia de que no se puede vivir de la publicidad es falsa. Los usuarios no odian la publicidad, odian los que les estamos poniendo. No están dispuestos a soportar banners, animaciones o desplegables que les impiden leer las noticias tranquilamente. Hay empresas que siguen empeñadas en hacer ese tipo de publicidad y se están ganando el rechazo de los usuarios. Hay que rehacer el sentido común en el nuevo entorno digital, repensar la publicidad y asociar la marca a un contenido de calidad que la gente quiera leer.

«En el futuro quien tenga trabajo lo tendrá porque vocacionalmente le apetezca»

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PA: Una de las principales preocupaciones de los españoles es el desempleo. Usted en un artículo hablaba de una sociedad post trabajo en la que solo se trabajaría de manera voluntaria ¿Cómo se imagina ese futuro?

ED: La tecnología está evolucionando hacia un punto que no era fácilmente predecible hace años y todavía sigue sin serlo. Las máquinas cada vez irán haciendo más cosas y serán capaces de sustituir los trabajos humanos. Conducir dejará de ser una habilidad que un humano use para generar una renta sostenible. Incluso personas con trabajos considerados sofisticados, como los planificadores de campañas publicitarias, serán sustituidos por máquinas. Nos dirigimos hacia un escenario en el que aquel que tenga trabajo lo tendrá porque le guste hacerlo, porque vocacionalmente le apetezca por diferentes motivos: contribuir a un tema, tener una renta adicional o porque se ha inventado un trabajo que tiene demanda y que una maquina no sabe hacer, etc. Estamos caminando hacia un modelo en el que si cada vez hay un reparto más desigual de la riqueza, no sería sostenible y provocaría una revolución cruenta.

PA: ¿Qué hacer ante este escenario?

ED: Redistribuir de una manera mucho más agresiva, con rentas básicas universales etc, algo que ya se está planteando en países tan poco sospechosos de comunismo como Suiza. Hay que conseguir que no haya exclusión y que las personas, solo por el hecho de serlo tengan un poder adquisitivo que les permita entrar en el sistema económico. A partir de ahí, la diferenciación de la renta básica se obtiene mediante la vocación del trabajo que se quiera hacer porque el trabajo que no quieres hacer, el trabajo que es una carga, ya lo hará una maquina. No te hablo de pasado mañana pero es la evolución hacia la que vamos.

2 comentarios

Alexis marzo 22nd, 2015

La primera vez que entro a impasse. Gracias por la entrevista.

Great marzo 26th, 2015

Interesante entrevista. No es la primera vez que escucho hablar, o leo , en este caso , sobre la teoría que apunta que casi la totalidad de las tareas serán realizadas por máquinas en un futuro.

¡¡Quién sabe!!

Enhorabuena